Beneath the harvest sky es una de esas cintas que te apuñala en el corazón y por la espalda. Doble nivel de dificultad, ahí es nada. Si, como un servidor, te lanzas a verla habiendo leído solo la sinopsis y el elenco de actores, creerás que se trata de una película juvenil de temática realista. Es cine indie, así que no esperas un Nicholas Sparks, pero definitivamente te imaginas un chico conoce chica, un poco de drama exagerado estilo «soy un adolescente y mi vida es una mierda», como mucho, una madre alcohólica...

Esta no es una película de esas. Para nada. Bueno, lo de la madre alcohólica más o menos; y lo de que la vida es una mierda, también, solo que en este caso es real, no una percepción de la realidad distorsionada por las hormonas.

Beneath the harvest sky es dura. No dura como «¡ay, el amor de mi vida se ha ido a la guerra y es posible que no lo vuelva a ver!». Dura de verdad. Dura de las de: «amigo, esto pasa en la vida real. Esto pasa de verdad»
Crítica de Beneath the harvest sky, película indie
Hay una chica, claro. Siempre hay una chica.
Nos situamos en una zona rural de Maine, cerca de la frontera con Canadá. El ambiente es opresivo, gris, la mentalidad de la gente parece un tanto de otra época y el dinero no abunda; o si abunda, no hay indicios de ello a la vista. La mejor opción para la mayoría de jóvenes parece ser terminar la secundaria cuanto antes y ponerse a trabajar, quizá ayudando en la cosecha de patatas, uno de los pocos negocios que sigue funcionando más o menos bien.

Los protagonistas son Casper y Dominic, dos chicos de diecisiete años con pocas expectativas de una vida mejor. Dominic se deja el lomo en la granja de patatas para ayudar a su familia, que se reduce a su madre. Casper, por su parte, vive a caballo entre la casa donde su madre (perturbada mental, en el mejor de los casos) vive con su novio y los hermanos de Casper, y la casa de su padre, que pasa drogas a través de la frontera con Canadá con la ayuda del tío de Casper. Dominic es un buen chico, trabajador, más o menos estudioso y con posibilidades de llegar a algo; pero todo el mundo le dice que perderá estas posibilidades si se sigue juntando con Casper, que es como un huracán, y siempre está peleándose con alguien, cometiendo delitos o insultando a algún profesor delante de todos los compañeros de clase. Ambos tienen un plan: salir por patas de ese condenado pueblo. Comparten un refugio, una casa abandonada, donde guardan el dinero que van ahorrando, uno con el trabajo cosechando patatas, otro con sus trapicheos.

Este es el planteamiento de la historia. A partir de aquí: la vida. 
Crítica de Beneath the harvest sky, película indie.
Es cine indie canónico. Es decir, desarrollo lento, calmado, largos planos de paisajes, música bonita pero más bien melancólica, estética apagada, triste... Quien esté acostumbrado a este tipo de películas, ya sabe lo que va a encontrar. Y a los que no, os animo a darle una oportunidad; al principio puede parecer que no pasa nada y que el avance es lento, pero a la larga te das cuenta de que, de alguna manera, eso encaja con es el espíritu de la historia.

Pocos actores y poco conocidos, pero todos muy solventes en sus papeles. Los protagonistas son, como Dominic, Callan McAuliffe, al que puede que conozcáis de una de las películas más tiernas y recomendables del mundo: Flipped, o también de sus pequeños papeles en Soy el número cuatroEl gran Gatsby; y Emory Cohen, al que habéis hace poco en The place beyond the pines, haciendo un papel muy parecido al que tiene en esta película. Cohen está excelso como Casper. No sé si este chico sabrá actuar cuando le toque un papel en el que tenga que sonreír y ser feliz, pero como adolescente enfadado con el mundo y tirando a sociópata la verdad es que siempre lo borda.

También andan por ahí dos grandes de la televisión: Aidan Gillen (Lord Baelish, si nadie se lo impide) y Carrie Preston (loca pelirroja en True Blood y loca un poco menos pelirroja en The good wife). La Preston tiene dos frases contadas, así que no puedo decir que está excelente, pero seguro que si le hubieran dado otras dos lo habría estado, porque es una estrella. Y Meñique Gillen, que sí que tiene más papel, está muy bien, aunque su personaje es un poco coñazo, porque, siendo honestos, ya está muy visto.
Crítica de Beneath the harvest sky, película indie.
La película es muy bonita. Dura, pero bonita. Como os decía al principio, iba pensando encontrarme la clásica película juvenil de chicos de campo que son muy amigos, fuman un poco de marihuana para hacerse los rebeldes y se quedan con la chica, pero encontré algo muy distinto. Os la recomiendo si os va el cine indie moderado u os apetece probar un drama juvenil que se salga de lo típico.

Para mí es un 8,5.